domingo, 16 de junio de 2013
martes, 11 de junio de 2013
JORGE ENRIQUE ADOUM
JORGE ENRIQUE ADOUM
Inició estudios de Derecho y
Filosofía en la Universidad Central del Ecuador y los terminó en la Universidad
de Santiago en Chile. A su regresó a Ecuador en 1948, inició una larga carrera
literaria alternando su labor poética con la docencia y la dirección de varias
instituciones culturales. En 1963, comisionado por la UNESCO, para realizar un
programa de integración de las culturas orientales y occidentales.
Posteriormente se radicó en
Paris, donde fue, sucesivamente, lector de literatura en español, portugués y
catalán para las ediciones Gallimard, periodista de la radio y la televisión de
Francia y traductor de la ONU y la OIT.Es autor de más de veinte libros de
poesía y ganador de importantes premios, entre los que se cuentan:
Premio Nacional de Poesía de
Ecuador en 1952,
Premio "Casa de las
Américas" 1960,
"Premio Nacional de Cultura Eugenio
Espejo" en 1989.
OTRA VEZ EL VERANO
El verano pone su color tranquilo
sobre todas las cosas y las hojas;
de nuevo alborota el viento
a las muchachas, cierra
los cuadernos y junta la tarde
perezosa a las naranjas.
Arena de luz la playa, tranquilo
el mar, en paz el ave, solo el polvo
arrastra su camisa a otro lugar.
Hoy ha crecido el trigo mucho,
está la sementera en mediodía:
doble lámpara de sol y cereal.
Hoy pude ser feliz: pude tenderme
a contemplar la página del cielo,
pude oír removerse a las raíces
discutiendo con el suelo su estatura,
pude hablar con la brisa, haber
entrado al mar que me rodea
como una cintura, de qué buena
gana me habría sometido
al gobierno del ocio y sus racimos.
Pero estuve ocupado, no tengo
tiempo porque sufro; el mundo
nos preocupa; están matando todavía
al infeliz, aún le rompen
su arado al triste campesino,
aún carbonizaron en la silla
a los callados mártires sin culpa,
de qué nos sirven el tabaco
y la luna serena del estío
si nos quitaron, como siempre, el trigo.
Para qué tanto sol, tanta abundancia
torrencial, toda la vida planetaria,
si nos golpea la injusta
repartición, si la muerte
baja del cielo a los extremos
de la tierra, si la pobreza
me aleja de las flores y la fiesta,
si me obliga a estudiar
cada día mis zapatos.
Nada es nuestro todavía, aquí
todo es ajeno como en una posada
y nos roban la luz en la boca
de la mina, y la placidez de junio
con su dulce cosecha que se va
en las bodegas, y hasta la alegría
de tenderme junto a ti escuchando
la sangre, como en una guitarra,
cantar bajo mi mano en tu cadera.
Sé que a pesar de todo este día
volverá con su límpida hermosura,
su vegetal en apogeo, su hora
la estación con su signo de cobre,
cuando seamos dueños de la vida
y la tierra, cuando el agua
nos traiga noticias y saludos
del hermano. Y nos veremos
el próximo verano, en mitad
de un año circundado de uvas
y de avena. Déjame, entonces,
tocarte en el día desnudo, déjame
hablarte en una ola del viento,
déjame marcar en el corazón el sitio
del encuentro en que nos hallarán
cantando, pero no me dejes recordar entonces
que aún hemos sufrido este verano.
De "Relato del extranjero" 1955
CUMANDÁ
CUMANDÁ
JUAN LEÓN MERA
Esta novela Ecuatoriana tiene mucha magia al narrarnos un
amor imposible que termina en tragedia, tal vez hemos leído muchas novelas así,
pero la diferencia está en que esta es ecuatoriana y se desarrolla en nuestro
Oriente Ecuatoriano. Nace el amor entre una joven muy bella hija del jefe
indígena cabeza de nieve y de Pona la hechicera, mientras que él era hijo de
Domingo Orosco, quien había llegado a la selva a catequizar a los indios. La
tristeza está presente en esta historia, ya que ellos no deben estar juntos,
ella al ser tan joven y hermosa estaba destinada a casarse con el gran jefe
Yahuarmaqui. Todos al enterarse de sus amoríos lo toman de rehén y prometen
liberarlo si ella se entrega en matrimonio con Yahuarmaqui, ella lo hace, pero
mala fue su suerte que Yahuarmaqui murió la misma noche que se casaron y según
la tradición la última esposa del gran jefe debe ser enterrada junto a su
esposo, así que la mataron y la enterraron junto a él. Carlos recibió de
Cumanda una bolsita de piel de ardilla donde estaba la fotografía de su madre y
descubre que era también su madre por lo que ellos eran hermanos. Pona se lo
confirma, que fue fruto de una venganza de su mayordomo hace muchos años, donde
le dieron a ella a la niña, es ahí cuando Carlos le cuenta a su padre y corren
en busca de impedir la muerte de ella, pero fue demasiado tarde. Carlos muere
poco después y fue enterrado con Cumanda, su padre al ver a sus dos hijos
muertos, y quedarse solo decide irse a Quito y seguir la vida religiosa.
Esta es una de las mejores obras en la literatura
Ecuatoriana, sin duda una clásica del romanticismo con una historia triste pero
muy interesante y muy romántica. Se la recomiendo a mis lectores, ya que además
de conocer a sus personajes y su historia van a poder conocer algunos lugares
del Oriente Ecuatoriano que se mencionan en ella.
DOLORES VEINTIMILLA DE GALINDO
LITERATURA ECUATORIANA
DOLORES VEINTIMILLA DE GALINDO
Nació en Quito en 1830, en medio de una familia acomodada de
la capital, personas que la conocieron han contado sus atributos físicos. Sus
padres fueron el señor Don José Veintimilla y la señora Doña Jerónima Carrión,
ambos nacidos en Loja. A los dieciocho años de edad contrajo matrimonio con el
médico colombiano Sixto Antonio Galindo y Oroña, quien no supo comprenderla ni
apoyarla en sus anhelos culturales.
Esta mujer fue una luchadora a pesar de la adversidades,
pues nació el mismo año que nació el Ecuador como estado, y busco inmiscuirse en
proyectos culturales a pesar de que en ese entonces las mujeres no eran muy
tomadas en cuenta.
Su vida fue corta pero a pesar de ello creo muchos poemas
brillantes como “Fantasía” y “Recuerdos”. Son obras en las que dialoga con el
pasado y en las que culpa al tiempo por haber dado una temprana muerte a sus
ilusiones.
Sus obras
Sobresalen por su encanto sus poemas, tan dolorosos como su vida: Con
“Aspiración”, “Desencanto”, “Anhelo”, “Sufrimiento”, “La noche y mi dolor”,
“Quejas”, “A mis enemigos”, “A un Reloj” y “A mi madre”.
Ella sufrió mucho en su matrimonio ya que su marido siempre
la engañaba con otras mujeres y no la trataba como merecía, por lo que en su
traslado a vivir en Cuenca, con su esposo y su hijo. Al poco tiempo este al no
tener buenas respuestas en cuanto a su profesión como médico, decide abandonar
a su esposa y su hijo e irse a Panamá. Dolores por sus escritos y su vida
pública empieza a ser atacada por opositores a su ideología, los frailes
solanos quienes pusieron en su contra al pueblo, adema que pasaba por una
pésima situación económica y el abandono de su esposo, por lo que decidió
suicidarse a sus veintisiete años, y se dice que antes de hacerlo escribió
quejas, uno de sus mejores poemas, donde augura ya su muerte.
QUEJAS!
se abría apenas soñadora el alma ...
Perdió mi pobre corazón su calma
desde el fatal instante en que le hallé.
Sus palabras sonaron en mi oído
como música blanda y deliciosa;
subió a mi rostro el tinte de la rosa;
como la hoja en el árbol vacilé.
Su imagen en el sueño me acosaba
siempre halagüeña, siempre enamorada;
mil veces sorprendiste, madre amada,
en mi boca un suspiro abrasador;
y era él quien lo arrancaba de mi pecho,
él, la fascinación de mis sentidos;
él, ideal de mis sueños más queridos,
él, mi primero, mi ferviente amor.
Sin él, para mí, el campo placentero
en vez de flores me obsequiaba abrojos;
sin él eran sombríos a mis ojos
del sol los rayos en el mes de Abril.
Vivía de su vida aprisionada;
era el centro de mi alma el amor suyo,
era mi aspiración, era mi orgullo ...
¿por qué tan presto me olvidaba el vil?
No es mío ya su amor, que a otra prefiere;
sus caricias son frías como el hielo.
Es mentira su fe, finge desvelo...
Mas no me engañará con su ficción. . .
¡Y amarle pude delirante, loca!
¡No! mí altivez no sufre su maltrato;
y si a olvidar no alcanzas al ingrato
¡te arrancaré del pecho, corazón!
lunes, 10 de junio de 2013
MARIO BENEDETTI
Su nombre completo es Mario Orlando Hardy Hamlet Brenno
Benedetti Farrugia, nacido en Paso de los Toros, Uruguay.
También alguna de sus
obras ha sido llevada al cine, como "La tregua", película del mismo
nombre dirigida por Sergio Renán, nominada a los Premios Óscar.
JOSÉ SARAMAGO
José Saramago debe su apellido a un error por parte del
funcionario que inscribió su nombre en la partida de nacimiento. Saramago era
el apodo del padre, que realmente se apellidaba "de Sousa". Sin
embargo el escritor prefiere el nombre con el que fue inscrito al que realmente
le correspondía y confiesa que de este modo no necesitó inventarse un
seudónimo.
HONORATO DE BALZAC
Cuando Balzac escribía se aislaba del mundo cerrando las
cortinas de la habitación y olvidándose de si era día o noche. Mientras, no
bebía ni vino ni licores, pero era adicto al café
JANE AUSTEN
Jane Austen, quien escribió en su
vida seis novelas, murió joven de una tuberculosis bovina (hoy) comúnmente
asociada con beber leche sin pasteurizar. Sus últimas palabras a su hermana,
Cassandra, que le pregunto si deseaba algo, fueron las siguientes:
“No quiero nada sino la muerte”
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